"Led Zeppelin", Led Zeppelin, 1969, Atlantic

Dejando de lado la afirmación tan cliché como verdadera de que se trata de uno de los mejores debuts discográficos de la historia, se puede rastrear buena parte del ADN de "Led Zeppelin I" no sólo a las bandas en las que había tocado anteriormente Jimmy Page, los Yarbirds en particular, sino a las diversas apropiaciones británicas del blues americano. Pero, por supuesto, eso no agota la maravilla ofrecida por estas nueve composiciones. Grabado y mezclado en unas asombrosas 36 horas -a lo largo de tres semanas- después de que Page debiera afrontar las obligaciones contractuales de una gira en escandinavia para los recién disueltos Yarbirds y para ello contratara a Robert Plant, a John Paul Jones y a John Bonham, que recorrieron los países en cuestión bajo el nombre "The new Yarbirds" y tocaron -además de versiones de la banda en cuestión- buena parte del material que sería incorporado al primer disco que grabarían ya bajo el nombre Led Zeppelin.
Las sesiones resultarían en todo el material del álbum y dos composiciones más, "Baby come on home" y "Sugar mama", que ahora pueden escucharse en la versión remasterizada y triple de "Coda" (2015); dos de las canciones son covers declarados como tales (en oposición a las presentadas como composiciones originales por más cargadas de alusiones que estén), "You shook me" y "I can't quit you baby", y ambas, dejando de lado las preferencias de los eventuales cultores del blues, son lo menos interesante del disco.
La apertura parece dejar bien claro de qué va la cosa: la potencia en la batería, la fluidez del bajo y la multiplicidad de la guitarra, todo combinado en riffs relativamente sencillos, dinámicas y texturas trabajadas. La banda, por supuesto, desarrollaría todo eso en los discos por venir, pero de alguna manera el lado más hard rock de la carrera futura de la banda está, así sea en forma embriónica, en "Good times bad times". Y quedan a la vista también los detalles de virtuosismo técnico: los tresillos en el bombo (que sugiere un doble bombo o doble pedal que no está allí) y el gesto estilístico de mantener las corcheas en el hi-hat con el pie izquierdo, el bajo melodioso y complicado y el solo de guitarra a modo de cascada de notas.
Sigue un pseudo-cover (por llamarlo de alguna manera), o, mejor, una versión hardrockera/folk de "Babe I'm gonna leave you", originalmente de Anne Bredon y grabada famosamente por Joan Baez, quien la acreditó como "popular", del mismo modo que lo hizo Zeppelin ("trad. arr. Page") en las ediciones anteriores a 1990 (cuando Bredon exigió el copyright); la versión de Zeppelin, digámoslo ya, es abrumadoramente fascinante y se mantiene como uno de los momentos más increíbles del álbum. Una vez más, en ella está todo lo que la banda desarrollaría después: paisajes sonoros de guitarra, dinámica y virtuosismo.
Salteando "You shook me" llegamos, al final del lado A, a "Dazed and confused", donde la banda conquista todavía más territorios. Técnicamente se trata de otra versión (la original pertenece a Jake Holmes y fue versionada por los Yarbirds antes de que Zeppelin la reescribiera), pero son distintivos del tratamiento de Zeppelin la línea de bajo descendente de John Paul Jones y, en particular, los segmentos de solo de guitarra con las cuerdas accionadas por el arco de violín. Es el momento más siniestro y oscuro del disco y, para muchos, su punto más alto.
El lado B queda inaugurado por una de las (pocas) composiciones realmente "originales", cuidadísima hibridación entre una base rítmica hardrockera o digamos "pesada" y una armonía y melodía más pop o "suave"; es especialmente llamativo el órgano al final y los efectos de fundido con "Black mountain side", el instrumental que sigue, a cargo de Jimmy Page y otra "adaptación", en este caso de "Black waterside", de Al Stewart.
El centro del lado B es "Communication breakdown", otro número "original" y uno de los momentos basales del hard rock y el metal, retomado (y hecho recircular a través de una compleja red epigonal) por Black Sabbath en "Paranoid"; y después del cover "I can't quit you baby" aparece la -en mi opinión- verdadera obra maestra del álbum.
"Hoy many more times" cierra "Led Zeppelin I" con la apuesta más tremenda y arriesgada, una pieza indudablemente hard rock -nótese el riff tremendo del comienzo y las estrofas- que incluye secciones diversas que extienden algo similar al formato canción. Al riff del comienzo tocado por el bajo se superpone primero una batería atmosférica cuasijazzera  y después una serie de notas y acordes en la guitarra, modulados con un pedal de wah wah; tras un quiebre de batería (0:34) el riff suena en la guitarra (con un ligero overdrive y fuzz) y el bajo y comienzan las estrofas de la canción (aunque en rigor no hay estribibllo), en las que suena ante todo el riff, separando secciones con un quiebre breve en la guitarra (los acordes de re, la y mi7), hasta que en 2:02 se abre la textura de la canción anulando la insistencia del bajo y la batería y dejando espacio para un solo de guitarra con overdubs y harmonías a cargo de Page. El tramo final del solo (3:10) deriva en un ritmo de bolero sobre el que se repite una frase en la guitarra, haciendo alusión de modo bastante explícito a "Beck's bolero" (instrumental de 1966 que incluye la participación de John Paul Jones y Jimmy Page, además de Keith Moon y Nicky Hopkins), y culmina en un pasaje de tempo más lento, pautado por figuras en la batería y fraseos cargados de reverb en la guitarra, tocada una vez más con arco de violín. La sección va acumulando tensión y -si se quiere leerla de esta manera- furia, y para 5:30 Plant cita "Rosie", de Alexis Korner, y también "Steal away", que había sido grabara por el propio Plant para una colaboración con Korner. De inmediato suena un nuevo riff en la guitarra y se configura algo así como un cover de "The hunter", de Albert King, para que de inmediato regrese el riff del comienzo y la pieza progrese -a toda máquina- hacia su final.
Es interesante como en una única composición -que consolida la categoría de "pieza hard rock con varias secciones" que Black Sabbath llevaría a su máxima expresión con "War pigs" y "Children of the grave"- Zeppelin se las arregló para incorporar tantas alusiones, no sólo a las "raíces" (el blues de Albert King y la recreación inglesa de Alexis Korner, además de -desde el título- un guiño al clásico "How many more years" de Howlin' wolf) sino incluso al pasado inmediato de los miembros de la banda ("Beck's bolero" había reunido a Page y a Jones mientras que "Steal away" a Plant y Bonham, en el grupo Band of Joy); la mezcla es algo así como un caldero burbujeante en la cueva de un ingeniero genético de un futuro distópico, y el primer álbum de Zeppelin se clausura con una tremenda declaración de poderío musical y futuro potencial.


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