"Never let me down", David Bowie, 1987, EMI

El decimoséptimo álbum de estudio de David Bowie es singular en la historia de las reediciones y los remasters: los tres bonus tracks de su edición (casi que limitada) de 1995 son sustancialmente mejores no solo que la media del álbum sino que incluso podría argumentarse que superan a las dos o tres mejores canciones del álbum original. No que seamuy dificil: "Never let me down" y "Tonight", se sabe, son el nadir de la producción de Bowie, y se las arreglan para complementarse: el de 1987 es malo por ciertas razones (muchas) y el de 1984 lo es por otras tantas; a favor de "Tonight" hay al menos dos clásicos y una canción más bien oculta -y en contra todo lo demás, que es horrible- y a favor de "Never let me down" habría que decir que ninguna de sus canciones -hecha la excepción de "Shining star (makin' my love)", que incluye un rap de Mickeey Rourke (?)- es tan deplorable como la versión reggae de "Tonight" en el álbum homónimo. Y en esa línea cabría decir que "Day-in day-out" y "Time will crawl", hecha la abstracción de la producción ochentosa en el peor sentido del término, pueden llegar a pasar por canciones más o menos agradables. Pero no mucho; en realidad, son pop resignado (la peor clase de pop, quizá), que apenas funcionan si les pedimos poca cosa, o sea todo lo contrario incluso al Bowie más flojo, que se las arreglaba para ser fascinante incluso cuando las cosas le salían mal, o también -y acá siempre se jugó la elección del colaborador o colaboradores- para que las cosas le salieran muy bien en proyectos cuyo concepto era en sí poco interesante ("Let's dance", un disco de un artesanado de primer orden). Pero nada de eso pasa en "Never let me down", ni tampoco en esas dos canciones que, generalmente, parecen ubicarse un poco por encima del nivel medio del álbum. Y lo más terrible: las otras son aún peores, o hasta más deslucidas o erróneas. "Beat of your drum", por ejemplo, tiene un comienzo de cierto interés, muy en la línea del sonido que Bowie había elegido para sus mejores composiciones de los 80s (casi todas en soundtracks), pero de pronto esta atmósfera promisoria queda cancelada por un estribillo inocuo. El cierre de lado A", "Zeroes", es básicamente incomprensible: Bowie jugando a ser alguien alguien que él mismo no sabe quién es, con falso sonido en vivo, una ecualización espantosamente tenue sobre la que sin que aporte nada de interés suena un sitar sintetizado y un estribillo que se olvida antes de que termine. ¿Peor que "Tonight"? Quizá.
Las cosas no mejoran en el lado B: "Glass spider" termina por ofrecer algo fallido pero al menos jugado, pero es inevitable que lo fallido salte demasiado a la vista y los oidos; a partir de ahí no hay nada rescatable (de hecho el propio Bowie eliminó "Too dizzy" de las ediciones posteriores a 1987, penúltima canción de este lado, por considerarla subestandar). La introducción de "Shining star" parece una tomada de pelo, igual que casi toda "New york's in love" y el intento bastante ridículo de rockear un poco las cosas con "'87 and cry". El disco queda cerrado por un cover más de Iggy Pop, no el peor jamás grabado por Bowie pero sin lugar a dudas nada que aporte al álbum, aunque hay que decir que supera a cualquier cosa del lado B.
La única canción no mencionada es sí lo mejor del álbum. No llega a salvarlo, ni mucho menos, pero el estribillo del title-track parece sugerir que Bowie está ahí, a quilómetros de distancia y cubierto por todas las tonterías del álbum. Quizá sí podría salvarse con un remixado, como sin duda mejora "Time will crawl" en el remix que suena en la compilación "iSelect" (2008), pero hay que preguntarse si vale la pena el esfuerzo. Y va una predicción: dado que en cada una de las tres entregas hasta la fecha de los box set que compilan la discografía oficial más o menos completa aparece un álbum remixado ("The rise and fall..." en "Five years", "Station to station" en "Who can I be now?" y "Lodger" -sin duda la más interesante de estas propuestas- en "A new career in a new town"), no sería raro que en el próximo box set (que supongo que debería cubrir 1983-1992: "Let's dance", "Tonight", "Never let me down", quizá "Tin machine 1", un álbum en vivo de Serious Moonlight Tour y otro de "Glass spider tour", más lo mejor de los 80s en un CD compilado de singles y lados B, o sea el cuarto "ReCall") incluya una remezcla de "Never let me down" que mejore sustancialmente al álbum de 1987. Pero nótese que digo "mejore" y no "volverá un álbum de calidad" o algo por el estilo. Las canciones son flojas, y lo máximo que podría lograr un remix sería precisamente llamar la atención sobre lo aportado en esa remezcla, en oposición a lo que ya estaba.
¿Y los bonus tracks de 1995? Uno de ellos, "Julie", es un Bowie de nivel medio, mejor que casi todo lo que grabó para sus álbumes de los 80s; "Girls" es inferior y suena muy envejecida pero supera a casi todo lo del álbum también; finalmente, "When the wind blows" es una de las mejores canciones de Bowie en los 80s, grabada para la película homónima.
¿Se puede proponer una historia alternativa? Bueno, acá va. Bowie no graba "Tonight"; Bowie no graba "Never let me down como tal". En lugar de estos álbumes sale uno, quizá en 1987 también, quizá en 1986, con el siguiente tracklist (el orden después lo pensamos).
01.Absolute begginers
02.Loving the alien
03.Magic dance
04.When the wind blows
05.Underground
06.Julie
07.Never let me down
08.Blue Jean
09.As the world falls down
10.This is not America
11.Tumble and twirl
12.Time will crawl

Comentarios

Entradas populares de este blog

"La mosca y la sopa", Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, 1991, Del Cielito Records

"Último bondi a Finisterre", Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, 1998, Patricio Rey Discos

"Gulp!", Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, 1985, Wormo