"The last concertos", W.Mozart, 2008 (1791), Freiburger Barockorchester, Harmonia Mundi



La noción de estilo tardío -desde Adorno y después Said- es una de las narrativas más interesantes a la hora de pensar/ficcionalizar las relaciones entre vida y obra. Sin duda que el momento más dramático del concepto es la lectura adorniana -y a partir de ahí generalizada- de los últimos cuartetos de Beethoven, pero tiene su interés pensar, por ejemplo, los tres (o cuatro) discos de Bowie de la segunda década de los dosmiles ("The next day", el single "Sue", "Blackstar" y el EP "No plan"). En cierto sentido -más de uno dirá "salvando las distancias" o "asumido el cambio de escala"- lo de Bowie y lo de Beethoven es similar: dos creadores de gran peso histórico en su arte que, en sus últimos años y ante la idea más o menos certera de una muerte inminente, producen obras más desafiantes y radicales que las que ellos mismos habían producido en su juventud o su plenitud.
Seguramente lo que no vale la pena es generalizar el concepto de "estilo tardío" para referirse a los últimos años en la producción de cualquier artista, en tanto no en todos, y de hecho ni siquiera tampoco en todos los grandes, es dable ver ese giro hacia una radicalización de la propuesta, pero si atendemos a ese dificil de precisar componente relacionado con la muerte inminente, sin duda el último año en la vida de Wolfgang Theophilus Mozart merece una atención aún más especial, casi como si hubiera en él una concentración aún mayor de obras maestras.
Un buen lugar para explorar ese último año es el CD "The last concertos", de la Freiburger Barockorchester dirigida por Gottfried von der Goltz, con el siempre sólido Andreas Staier en fortepiano y Lorenzo Coppola en un clarinete de amor modelado a partir de un instrumento usado por el virtuoso Anton Stadtler, para quien fuera compuesto el concierto K 622 en la mayor, que ocupa la mitad del disco que se comenta acá. La otra mitad ofrece el último concierto para piano escrito por Mozart, cuyo manuscrito está fechado el 5 de enero de 1791 (exactamente 11 meses antes de la muerte del compositor) pero hay quien (Alan Tyson, Simon Keefe, Cliff Elsen) propone fechas algo anteriores, algunas tan tempranas como 1788. La cuestión sigue sin estar resuelta, pero sí sabemos que Mozart ya no compuso otro concierto para piano. En 1791, de hecho, el propio Mozart presentó al K.595 (o 27 en la lista de conciertos para piano) a cargo de la dirección y del teclado el 4 de marzo de 1791, fecha que marca su última aparición en público.
Ambos conciertos están entre lo más bello compuesto por Mozart, lo cual es como añadir varios órdenes de magnitud de excelencia y maravilla; incluso en el contexto de cada uno de ellos, son los movimientos lentos los que acaparan aún más brillo, en particular la hermosura del adagio, donde ocurren notas por debajo del registro del clarinete estándar (incluso en tiempos de Mozart) y requieren el uso de un clarinete tenor o corno di bassetto, que en la versión de Freiburger Barockorchester queda representado por un clarinete de amor.
En cuanto al larghetto del concierto para piano y orquesta, la melodía del comienzo es de una simplicidad y una belleza tan abrumadoras que no pueden sino producir un asombro blindado contra la memoria.
Probablemente la cima de esta estapa tardía (o  ese último año) en la obra de Mozart sea "La flauta mágica", para no pocos la cima del arte occidental, música o lo que sea, pero sin duda que ahí destacan tambíen el quinteto para cuerdas número 6 (K.614) y, si expandimos un poco la cosa y pensamos en una etapa tardía que abarque algo más que ese último año de vida del compositor, seguramente se pueda proponer como punto de arranque las dos últimas sinfonías, en particular la número 40, en sol menor. Y, por supuesto, el Requiem en re menor y la ópera "La clemenza di Tito". En cualquier caso, el CD de Freiburger Barcokorchester, con su preciosa interpretación desde instrumentos de época y cuidada ligereza, es un buen documento del corazón de esa última etapa del mayor talento musical de todos los tiempos.

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